Cuphead - Un clásico instantáneo


Después de terminar Zelda: Breath of the Wild andaba como perrito sin dueño, después de todo no es fácil llenar ese vacío que deja lo que pienso que será el juego del año, gracias a una casualidad casi coincidí terminarlo junto con el lanzamiento de Cuphead "Don't deal with the devil". Aunque este juego encabeza ahorita el tren del mame, para mi no era un título desconocido; había captado mi atención hace algunos años cuando se presentó su proyecto, aunque después cayó en un largo letargo del cual ya no supe que había pasado con él, hasta que de pronto y casi de sorpresa ya estaba a la venta en Xbox, Windows y Steam... es sin duda una propuesta estética "fresca" (para nada nueva, totalmente basada en las caricaturas de los años treinta, es tan plagio que es homenaje) y para un servidor es todo un sueño hecho realidad.

Recuerdo cuando era niño y jugaba los grande éxitos de los Arcades en los salones de "maquinitas" de las plazas, un hit llamado Dragon's Lair (obra maestra de Don Bluth, y para quien no lo conozca háganse el favor de ver "The Secret of Nimh" o como le pusieron en México "La ratoncita valiente") que me impresionó mucho; recuerdo haberme hecho gran fanático de la tecnología Laserdisc de esa época, misma que prometía la capacidad de interactividad con una película o una caricatura por primera vez (y de cierta manera, lo cumplía). Eran propuestas moderadas y de acuerdo a la tecnología de la época, y aunque muchos la recordamos con mucho cariño, era evidente que el gap entre un videojuego real y una caricatura o anime era todavía abismal, sobre todo en la parte de la "interactividad". Con el tiempo otros juegos trataron de llenar esta promesa, varios del Sega CD siendo entre ellos dignos de mencionarse Night Trap, Time Gal y hasta Strahl del 3DO.

Mi sueño de jugar un videojuego con la calidad de una caricatura o un anime poco a poco se hizo real, con la tecnología 3D y el cel shading, prácticamente llevamos años con juegos que cumplen con creces esta premisa... ¡y no solo de verse! sino de sentirse al mismo tiempo como un videojuego. Este año hay dos juegos que coronan esta promesa: Dragon Ball Z Fighter y... Cuphead. Sin embargo Cuphead vino a sacudir completamente el concepto para nosotros los adoradores del 2D, nadie esperaba jugar una caricatura de los años treinta con semejante resultado; es un milagro vuelto realidad, estéticamente no había habido una propuesta con este "punch" y mucho menos homenajeando algo tan americano como las caricaturas de esa época, por lo que por muchos lados, Cuphead es un clásico probablemente antes de haber sido publicado.

Ahora, si ya elogié la estética del juego lo suficiente; habría que hablar también de la jugabilidad. No tengo idea de que tan ruquitos estén los creadores detrás de este proyecto, pero hicieron un juego que se nota es una carta de amor para los gamers de antaño. Esta es la razón por la cual el juego se encuentre ahora al frente del tren del mame: muchos lo llaman difícil (al grado que lo "avientan" al día de comprado), pero para los gamers de antaño no es así (o por lo menos, no "tan" difícil)... nuestra base de comparación es simplemente voltear a ver como eran los juegos de antaño: patrones, prueba error, morir y repetir hasta ser un Dios (Megaman, Ghouls 'n Ghosts, Adventure Island, por mencionar algunos). Es cuestión de darle una oportunidad y de pronto te verás completando los "niveles imposibles" sin siquiera ser tocado una vez; ¡claro! después de haber muerto miles de veces al más puro estilo de "El día de la marmota" para los rucos o "Al filo del mañana" para los millenial.

Otro aspecto que ha hecho a Cuphead encabezar el tren del mame de hace días es la eterna guerra entre gamers, sobre todo porque es una realidad que un alto porcentaje de gente en países como el nuestro juegan y adquieren sus juegos de forma ilegal y muchas veces gratuita. Lo que avivó las flamas del fuego es que los creadores de este juego supuestamente hipotecaron hasta sus casas con tal de que su proyecto finamente viera La Luz, por lo que gamers más responsables acusan a otros gamers por no pagar por él y finalmente apoyar al desarrollo del mismo; a lo que los gamers piratas no han hecho más que responder de maneras sarcásticas y con memes como el de "hijo de tu hipotecada madre". Lo cierto es que cuando alguien roba, le da igual si le roba a un gran corporativo, a una iglesia o a un individuo, siempre habrá manera de justificarlo o de burlarse de ello por lo que prefiero ya no tocar este tema; finalmente son reflejo de nosotros mismos y hasta de nuestro gobierno.

Aún con todo lo anterior, Cuphead ha sido un gran éxito comercial y gracias a Dios sus creadores podrán cosechar lo que estuvieron sembrando por años. Para mi, lo único negativo es que de este juego no hubo versión física, por lo que la única manera de "coronar" su existencia será comprando parafernalia de Cuphead y su hermano Mugman (ya hay un par de figurillas por allí que me cerraron el ojo). Yo adquirí el juego en Xbox porque me interesaba que me dieran la versión de Windows 10; pero seguramente la versión de steam sea más barata (si no tienes un Xbox). No puedo dejar de recomendar más este juego, y advertirles a quienes se atrevan a jugarlo que está prohibido frustrarse, como buenos gamers deben SUPERARSE y avanzarlo, aunque admito que hay veces que si pienso que se pasaron de lanza con ciertos bosses.

Muchachos, no se rompan las medias-- Cuphead dista mucho de ser un juego imposible. Puse el SNES mini un rato pal recuerdo, y me atreví a jugar Ghouls n' Ghosts... no pasé ni el primer nivel (lo acabé hace años). Cuphead lo avancé 33% en una sentada. Si quieren hablar de juegos difíciles deberán expandir sus horizontes, a veces lo que importa de un juego no es si es difícil, sino si es divertido y el cariño que uno le tenga (de allí, nace la paciencia y el entusiasmo para jugarlo).






Comentarios

Entradas más populares de este blog

Windows 7 Beta disponible el viernes, gratis para todos.

Playstation 4 - ¿este mismo año?

Convirtiendo un Linksys WRT54G en repetidora y expansor de rango