La casa de Jack (2018, Lars von Trier)


“Vamos a la cineteca” me dijo mi amigo José Luis, esta vez iríamos supuestamente a ver un documental del director Ingmar Bergman, aunque una vez en la taquilla no pude evitar el cambiarle los planes por ver la más nueva película de Lars von Trier “The House That Jack Built”. Obvio entré entusiasmado a ver la película, y me gustó tanto que inclusive fui a verla una segunda vez con mi pareja (también le gustó a ella).

Puro spoilers adelante, pase bajo su propio riesgo. Lectura (y película) no apta para menores de edad, solo para gente de amplio criterio.

La película comienza con un diálogo entre “Verge” y el nuestro protagonista “Jack”, quien nos narrará durante cinco eventos aleatorios de su vida, el como llegó a ser un asesino serial y matar a más de sesenta personas, todo esto en un lapso de doce años. Al principio pensamos que es una especie de confesión, ya que el mismo Verge refunfuña a Jack que son pocos los que llegan al final de esa travesía sin hablar, como que de pronto a todos les entra la necesidad de confesarse y hablar.

El primer evento de asesinato sirve para presentar a Jack, y de cierta manera “justificar” su crimen; la típica tipita insoportable que te usa y te provoca para después insultarte. Inclusive mi pareja se carcajeo con ese asesinato, casi casi te lo ponen así para que digas “yo también la hubiera matado”. Desde allí, te das cuenta de que el color rojo tiene un significado más profundo en la película, el arma del crimen, un gato hidráulico es también llamado “Jack” en inglés.

Jack es un ingeniero, porque su madre pensó que era el mejor camino para él, obviamente trae aspiraciones a más, a ser un arquitecto. Al dejarle una cuantiosa herencia, Jack no tiene ningún obstáculo para lograr su objetivo: construirse una casita junto al lago, inclusive ya tiene el terreno, hasta que se nos revela su condición demencial. Jack sufre de trastorno obsesivo-compulsivo (OCD, por sus siglas en inglés), admite el incluso haber tenido fuertes convulsiones de niño, su fuerte TOC le provoca querer todo en orden, y lo lleva a buscar limpieza de manera enfermiza.

El segundo evento nos muestra un Jack novato, arreglándoselas como puede para salirse con la suya (el asesinar a una señora), es aquí donde notamos su camioneta de color rojo, y no puedo evitar pensar en el “Jack of all trades”, o expresión que utilizan los gringos para referirse a una persona multi-oficios que no necesariamente es muy compentente en todos ellos. Jack se hace pasar por policía, por agente de seguro, por coleccionista de trenes, por examigo de la pareja de la señora… todo de una manera espontánea y torpe, pero que le ayuda a salir adelante. Estrangula de manera poco eficaz a la señora, le clava un cuchillo en el corazón y se dispone a hacer “arte” tomando fotos del cuerpo en la sala de la casa de su víctima. Al terminar su obra, limpiar rigurosamente e irse con el cuerpo en su camioneta, su severo TOC le provoca regresar varias veces a la escena del crimen, y casi causa que lo agarre la policía, sin embargo Jack admite que después de asesinar se siente más y más aliviado de su trastorno, al grado que cada vez se atreve a más de manera más desordenada.


Jack fue un niño extraño, pero hace énfasis que cuando jugaban a las escondidas, él corría en los maizales como un loco para no ser encontrado, entonces Verge le apunta la ironía de que en realidad él deseaba ser encontrado, ya que el correr en los maizales deja un rastro para seguirle fácilmente de maíces tirados ¿será que Jack en realidad desea ser encontrado?; al huir de la escena del crimen, parte por torpeza y parte por casi ser descubierto por un policía, Jack amarra el cuerpo de la señora a la camioneta y arrastra por varios kilómetros el cuerpo hasta llegar a su guarida: un congelador el cual adquirió del dueño pasado con cientos de pizzas (de las cuales, ni vendió y solo comió una), es aquí donde Jack irá guardando los cuerpos de todas sus víctimas a través de los años, por más que intentó no pudo abrir un cuarto anexo al congelador por más que intentó. La cara de Jack se horrorifica al acercarse a desamarrar el cuerpo de la camioneta y ver que al arrastrar el cadáver lo desfiguró por la fricción al piso; dejando un rastro de sangre tras de sí por todo el camino, pero cambia de repente cuanto por milagro divino comienza a llover, borrando el rastro que pudiera acabarlo. “sentí una protección divina” dice cínicamente. La película esta llena de humor negro, varios en la sala ríen.

Durante su infancia Jack veía como los campesinos cortaban los maizales con guadañas, en una sincronía que más bien parecía una danza, todos al unísono y respirar para cortar de un tajo los maizales, exhalar para regresar la guadaña y dar un paso adelante, y así repetir una y otra vez, podemos ver la cara de Jack gozo que disfruta de esto… “obvio”—comenta mi pareja, la volteo a ver con cara de “¿qué?” y ella replica: para su TOC eso es un alivio, para él eso es el cielo, ver todo en sincronía, funcional (ya verán porque me quedé con el ojo cuadrado más adelante). Sin embargo, Jack era cruel desde niño, se le ve capturando con una red patitos del lago, para luego cortarles las patitas con una pinza solo para regresarlos al agua y ver como se ahogan al no poder nadar, Jack está desconectado de cualquier empatía hacía un ser vivo, y esto solo es el preámbulo de lo que será cuando sea mayor.

Verge le hace ver a Jack lo mal y enfermo que está, pero él trata de convencerlo de que se trata de otra cosa, “es arte”. Jack le habla sobre arquitectura, sobre como las catedrales góticas lograron hacerse cada vez más altas, y cada vez más imponentes, siempre gracias a los materiales correctos que fueron optimizándose más y más, al grado de sostener esas impresionantes bóvedas donde sus creadores pudieron esconder en lo más recóndito piezas de arte que nadie más podía ver… más que el creador. Verge se burla de lo ególatra que es Jack, no solo es un ingeniero que se ve como un arquitecto (aspira al arte) sino que ve estos asesinatos como su arte, de manera torcida ofreciéndoselo a un poder divino superior.

La casa de Jack es construida en diversas ocasiones durante la película, o por lo menos solo sus cimientos, su esqueleto, para verse demolida una y otra vez. Jack simplemente no esta convencido de lo que está haciendo, no son los materiales correctos.

El tercer evento de asesinato sucede con una dama que besa a Jack, él pone sus manos alrededor del cuello de ella y la estrangula hasta matarla. En contraste con el asesinato anterior, Jack es ahora todo un profesional, casi de manera quirúrgica realiza su fechoría y nuevamente tomas las fotos, de las cuales explica que lo que realmente le apasiona no es en sí las imágenes… sino los negativos, la luz en la oscuridad y viceversa. Sin embargo, en esta ocasión las fotos no son de su agrado, su obsesión lo lleva de regreso (con todo y el cuerpo de la víctima) a la escena del crimen, pero en su camino al ver a una viejita caminando en la carretera su locura lo hace regresar a atropellarla… ahora tiene dos cuerpos. Lo vemos improvisar de nuevo para saciar su obsesión, al subir dos cuerpos a un complejo de departamentos expresa que a veces para no ser descubierto lo que debes hacer es justamente no esconderte, cínicamente expresa su sorpresa por no haber sido aprendido nunca, y por la falta de castigo en su vida debido a sus acciones.

Los dos cuerpos son acomodados de formas caricaturescas y procede a tomar fotos, esta vez las imágenes son ahora del completo agrado de Jack quien las imprime manda a un diario local bajo su seudónimo Mr. Sophistication. “Tu soberbia no tiene límites Jack” se burla Verge. Nuevamente Jack trata de convencer a Verge de su obra de arte, Verge le insiste que su falta de empatía humana le impide ver que nada que no provenga de un acto de amor puede llegar a ser arte, a lo que Jack responde que imponer juicios morales sobre una obra de arte la destruye. Verge insiste en el amor, en la falta de familia, en la falta de empatía… Irónicamente Jack intenta imitar emociones de empatía, se para frente a un espejo y trata de imitar las caras logrando solo limitarse a hacer muecas. Jack le admite a Verge “yo alguna vez tuve una familia”.

El cuarto evento es la mórbida historia de como Jack se hace de una familia, o en este caso de una madre soltera con dos niños, a los cuales invita de picnic en un lugar apartado del bosque. El niño más pequeño no está a gusto, se queja varias veces con la mamá por estar allí, Jack se gana al hijo grande mostrándole un rifle de caza y hablándole sobre la cacería, le cuenta de la utilización de el perro de sangre que sigue a las presas heridas de muerte para acabar con el trabajo, y de como la cacería es una actividad abominable que él no acepta.

El niño grande insiste que desea subir al puesto de tiro, a lo que Jack le responde que sí, que le enseñará a tirar. Jack sostiene el rifle y el niño aprieta el gatillo, es notable que toda la familia trae consigo una gorra de color rojo. En las siguientes escenas, Jack mata a los niños cazándolos con su rifle, dejando viva a la mamá. Entonces realiza un macabro picnic con los cuerpos de los niños y la madre privada de todos sus sentidos, donde le manda que les dé tarta de manzana a los niños… “a mi no me dieron suficiente de niño”. “¿Cuál es tu número favorito?, ¡todos tienen un número favorito!”, la confundida madre contesta doce de manera desconcertada, para ver a Jack caminar apaciblemente hacia el puesto de tiro mientras comienza la cuenta regresiva… desde doce. 

Herida de muerte, la madre trata de huir de Jack, él feliz comienza a seguir el rastro de sangre hasta darle caza. “¡perro de sangre!” dice Verge resaltando las enseñanzas de cacería de Jack a los niños. Esta vez Jack posa a la madre y los niños con veinticuatro cuervos muertos haciendo alusión a la caza selectiva, cuando Verge piensa que Jack ha llegado al límite de su locura, Jack le confiesa que a través de los años, la congelación de los cuerpos y con un poco de taxidermia, aprendió a darle formas a los cadáveres… toma el cuerpo del niño pequeño al cual llama “gruñón” y lo posa a sonreír de manera diabólica y juguetona. “Eres el peor y más pervertido ser que me ha tocado ver, Jack” replica Verge: “¡tú no conoces el amor!” pero Jack replica “una vez, me enamoré”.

El quinto evento nos muestra que Jack sostuvo una relación con una chica de nombre Jacqueline, pero él solo la llamaba “simple” por lo tonta que era. Jack admite que le gustaba muchísimo: “¡Qué lindas tetas tienes!” le dice, a lo que ella le reclama por qué es tan “simple”; tan burdo en sus comentarios. Ella está agobiada, no sabe bien la razón, pero supone que es porque él la dejará pronto. Jack se hace pasar por un inválido, según él así no lo ven como una amenaza y ayuda a que sus víctimas bajen la guardia, sin embargo eso no le evita que el policía de la calle lo multe por estacionarse mal. Esta vez el objeto rojo a resaltar es un teléfono, el cual Jack utiliza para comunicarse con ella de un cuarto a otro, “Jack” es también el nombre de las clavijas que utilizan los teléfonos. Ella no sabe como tratarlo, Jack le dice que es estúpida… muy estúpida y se burla constantemente de ella. 

Jacqueline se percata que la línea del teléfono esta cortada, y temerosa decide fugarse del departamento mientras Jack descansa, pero la confronta finamente al descubrirla. “Tú eres Mr. Sophistication” le dice ella con voz temblorosa, extrañamente la persona que él considera más estúpida es quien logra descubrirlo y reconocerlo por primera vez. Jack le acepta que ha matado a muchos; a más de 60 personas, ella horrorizada se queda atónita y él le pide que grite, que grite lo más fuerte que pueda por su vida… después la hace gritar hacia la calle, sin éxito. A pesar de los gritos de desesperación de Jacqueline nadie responde. “Tienes unos vecinos de mierda” le dice Jack. Ella logra salir del edificio y corre hacía el policía y le grita que su novio es un asesino y ha matado a más de 60 personas, Jack sale a respaldar lo que ella dice cínicamente y agrega que él no es lo suficientemente bueno para ella. El policía les dice que deberían dejar de tomar e irse de regreso a su departamento. Verge replica por qué todos los policías en los relatos de Jack son ineptos, y por qué todas las víctimas de él son mujeres, si es acaso por que él se cree superior a las mujeres o simplemente por misógino. “Pero también he matado hombres” se justifica Jack, pero ciertamente Verge ha encontrado un patrón de conducta en Jack, ya que solo quiso hablar de víctimas mujeres en sus relatos. Jack toma un cuchillo y le corta los senos a Jacqueline, uno se lo deja en el parabrisas de la patrulla al policía.

A partir de aquí, se nos narra el Epílogo, en el cual vemos a Jack entrar en un frenesí por conseguir una bala reforzada (Full Metal Jack, en inglés) misma que utilizará para honrar la invención nazi de eliminar varios rehenes utilizando una sola bala y poniéndolos en hilera. Cuando Jack se dispone a poner a cinco víctimas varones en línea recta con su rifle, uno de ellos le indica que no está usando una bala reforzada, lo sabe ya que él mismo es un militar. Jack explota y sale corriendo a reclamarle a proveedor, es allí donde pierde los estribos y hace un escándalo porque le vendieron balas marcadas como reforzadas cuando no lo eran. El vendedor le pide un recibo, el otro se pone peor. “Dame aunque sea solo una” le grita Jack “¿Por qué solo una?” le pregunta temeroso el vendedor, a lo que Jack sale del lugar fúrico y echando pestes, a continuación el dependiente de la tienda corre al teléfono a hacer una llamada.

En tu locura, Jack se sale de la carretera con la camioneta, y corre a un camper cercano a un lado de la carretera, siendo este un pueblo pequeño, se sobre entiende que todos se conocen. Entra pidiendo una bala reforzada a su vecino, para encontrarse con una emboscada: “ya te descubrí, sé lo que has estado haciendo”, su vecino o apunta con una pistola y usa una bata de color rojo. Jack sorprendido accede a las demandas de su vecino, quien lo sienta en un sillón a esperar a que llegue el sheriff al cual le habla pero no encuentra “que venga lo más pronto posible, tengo a Jack” le dice a quien contestó. Nuevamente vemos la inteligencia de Jack, que convence a su vecino que no es una amenaza, que se relaje, suelte el arma, que ellos se conocen de varios años antes. Le recuerda cuando este le ganó una presa, un ciervo que cruzo a su territorio. El vecino decide que Jack esta acorralado y que no puede llegar muy lejos, por lo que se relaja, para recibir una puñalada en la garganta… a los pocos segundos llega el sheriff y al verlo de espaldas con la bata de color rojo y un cuerpo en el piso, lo felicita por haber capturado a Jack y se apura a poner las esposas, para ser baleado por Jack, que huye con la patrulla del sheriff (sin siquiera quitar la sirena), no sin antes sacar una bala reforzada de los tiliches de su víctima.

Es aquí cuando notamos que Jack a perdido la cabeza, a dejado de pensar sus acciones de manera quirúrgica como solía hacer, su TOC ya no parece importarle, pero esa obsesión por hacer las cosas como él quiere lo han llevado a la perdición y a locura. Orgulloso, y con horror de sus rehenes, pone la bala en el rifle y se dispone a ponerlos en línea, pero cuando quiere apuntar se percata que la mira no puede enfocar porque esta demasiado cerca, voltea atrás y ve la puerta del cuarto que jamás pudo abrir. Por un minuto, después de tanta locura, Jack se detiene a pensar y haciendo palanca con un tubo logra al fin forzar la puerta (que tenía un marco rojo pintado alrededor de la ventana), abre el cuarto que esta en total oscuridad y retrocede con el rifle para volverlo a acomodar, alinearlo obsesivamente (hasta con nivel y toda la cosa). Se escuchan patrullas que llegan afuera, Jack sabe que están a punto de agarrarlo, pero eso no lo frenará de llevar a cabo su obra. Esta vez puede enfocar la mira del rifle y cuando esta dispuesto a completar su mórbido plan jalando del gatillo; se escucha una voz al fondo del cuarto que le llama: “Jack”. Pude sentir como se me erizaba los pelitos de la espalda.

Es aquí cuando la película utiliza el viejo truco de sacar un conejo del sombrero, el famoso “twist” del cual nos tenía acostumbrados el director M. Night Shyamalan (Split, 2016) y Lars von Trier no pierde la oportunidad de darle un revés a la película.

Jack voltea a la esquina incrédulo, y temeros prende la luz. Hay un hombre de negro de avanzada edad sentado allí, “¿Quién eres?” – pregunta Jack. “Puedes llamarme Verge”, responde el anciano. Jack duda por unos segundos, y pregunta si él viene a detenerle. Verge le dice que no, que en todo caso fue Jack quien le llamó a él, y le hace ver que él siempre estuvo allí, pero es hasta ahora que se dio cuenta de ello. Verge no viene a detenerle, pero si le hace una pregunta “¿qué no se supone que construirías una casa?”, entonces recordamos el único objetivo que alguna vez se propuso, mismo que abandonó tras demoler en diversas ocasiones siempre aludiendo a la falta de material correcto. Jack se avergüenza y admite que no pudo cumplir su objetivo, pero Verge le anima “Encuentra los materiales Jack, construye la casa”.

Lo que sigue es una siniestra secuencia en la cual Jack decididamente construye una casa en el cuarto oscuro con los cuerpos congelados de sus víctimas que ha juntado por más de doce años; cortando alambre, con estructura tubular, cercenando miembros y amarrando cadáveres de forma macabra Jack construye una casita de carne y hueso. Verge se acerca y lo felicita “es completamente usable” mientras entra a la casa, ante la contemplativa mirada de Jack. Al fondo se puede ver como la policía ya esta haciendo un hoyo desoldando la puerta de metal del congelador; están a punto de entrar. “¿no vienes” pregunta Verge, Jack da una última mirada atrás y entra apaciblemente a la casita, la cual de manera fantástica ahora tiene un gran hoyo en el piso listo para que él huya, se alcanza a ver dos balazos.

Pantalla oscura, largos segundos donde solo se escucha el sonido del agua y eco como de alcantarilla. Jack pregunta si puede hablar durante el camino, si es que existen reglas al respecto, Verge se burla, pocas personas son las que se quedan calladas durante estos viajes, ya que extrañamente les entra la necesidad de confesarse y hablar. (sí, así es… las primeras escenas de la película).


Virgilio (O Vergilius… “Verge” para los cuates) es el personaje que en la Divina Comedia de Dante Alighieri es el guía a través del Infierno y del Purgatorio. Ahora podemos ver la retórica travesía de Jack hacia los infiernos, primero en alcantarillas, luego cuevas, luego bosques debajo de la tierra, la película de manera atónita se vuelve un cuadro de arte, podemos ver como Jack va descendiendo los anillos del infierno, no sin antes darle una vista por arriba a los campos Elíseos, “Aquí no se nos permite entrar” replica Verge, mientras Jack observa en el horizonte como un grupo de campesinos con guadañas cosechan trigo cortando al unísono mientras inhalan y exhalan en perfecta sincronía. Recordé el comentario de mi pareja, y se puede ver como Jack derrama una lágrima.

La última parte de la película es cuando Verge lleva a Jack a observar un puente que existió antes, y ya no. “He entendido que lo quieres ver todo, así que tómate tu tiempo y nos vamos”, Jack escrudiña el lugar, y puede ver un camino del otro lado del puente roto “¿qué hay allá?” pregunta curiosamente. “Es la salida del infierno” responde Verge, la tentación a la cual lo somete es obvia, “¿No es posible asirse de las piedras y llegar a la salida?” pregunta Jack, a lo que Verge responde “Muchos lo han intentado, nadie lo ha logrado, pero ultimadamente es tu decisión”. Jack le da la mano a Verge despidiéndose y diciéndole que lo intentará. Es esta la parte de la película donde vemos a Jack el intentar salvarse, cuando todos sabemos que merece la condena, de manera morbosa lo vemos intentar y fallar, mientras cae al rio de lava que va a lo más profundo del infierno, la imagen se torna negativo, lo oscuro en lo brillante, lo blanco se hace negro.

Comienzan los créditos, volteo a ver a quienes me acompañaron a ver esta magnífica obra, estamos extasiados y ansiosos de comentar la película. Esta es la que más me ha gustado de Lars von Trier, aunque a lo mejor solo es la euforia del momento, no puedo más que recomendar la película pero estén advertidos del tipo de película que es.




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