Elfen Lied


Hace unos años, por ahí del 2005 solíamos juntarnos mucho con las hijas de un amigo, sus nombres eran Dinorah y Desiree. Aunque se veía raro con nosotros, y la diferencia de años era grande, las niñas encajaron bien en nuestro círculo social y fueron parte de él durante algún tiempo, nuestras aficiones eran comunes: videojuegos y anime. Obviamente en adolescentes es algo normal estas aficiones (y se sorprenderían que tan “normal” es en treintones como yo), y como sostengo yo: estos vicios “unen” al mundo (literalmente). Las partidas de Starcraft de esa época fueron memorables, y no deben confiarse de ver lindas caras inocentes de niñas, estas dos hacían mancuerna y “solían” ser las sobrevivientes de violentos encuentros entre Ramus, Wolvie y yo (¡Obviamente siempre atacaba primero a Wolvie, no podía arriesgarme a dejarlo vivo!, y estas dos luego arrazaban al planeta después en el endgame con sus Protoss, esto se repitió varias veces a tal grado que llegué a cuestionar el no atacarlas primero a ellas). Los años pasan, y obviamente cada quien siguió su camino, sin embargo para mí esos años fueron preciados, ya que marcaron un regreso fuerte al vicio del Starcraft (y ya saben lo que influenció Starcraft en nuestras vidas) así que no fue algo “trivial” y el tiempo que convivimos con ellas llegue a estimarlas bien a las niñas y a su mamá Sandra.

Fue Dinorah quien me recomendó Elfen Lied, me dio sus discos PIDATAS (recuerden, a esa edad le pueden echar la culpa a sus padres) y por ahí los arrumbé con alguna escusa de que los vería luego. Hoy, 2009 después de casi cinco años (ahora las niñas deben tener como 19 años) tomé el boxset de ELFEN LIED que venía en el paquete que me vendió Emiliano, y decidí ver la serie completa (bendito Domingo).

Antes que nada, quiero decirles que lo primero que me dejó perplejo fue la introducción… cada vez que encuentro algo así en un anime se me ponen los pelos de punta, casi casi fue como cuando vi por primera vez el intro de “Record of Lodoss War” y quedé absorto… pasaron como veinte o treinta minutos, en los que sigues pensando en lo que acabas de ver, hasta que se te ilumina la mente y dices ¡DIÓS… QUÉ CHINGÓN!. Cantado en latín: sonaba como “cantos gregorianos”, con pinturas semejantes al pintor simbolista austriaco Gustav Klimt: me popeó cuando ví “el deseo” (no me vean así, si jugué también 7th Guest, para que vean que los videojuegos SI enseñan algo), obviamente tuve que ir a “documentarme” de todo esto porque eran demasiados elementos a confirmar, y era evidente que este anime era “diferente” a toda la bola ahí afuera, se notaba que había CEREBROS detrás de esto.




Mi primera y muy positiva percepción de los primeros tres minutos del intro, cambiaron abruptamente con los siguientes diez minutos… ¡Ya para que YO te diga que este anime está MUY pasado, imagínate que lo que ví a continuación!, sé como funciona esta industria, y sé que lo que vi en el intro no era casualidad, razón por la que le dí más oportunidad a la serie antes de juzgarla, aunque con tanto desnudo innecesario, violencia fortuita, desmembrados, despanzurrados, gore, splatter, ¡Y con el contraste tan canijo con personajes estilo möe hasta me maree! (No, no es broma), no se me hizo casualidad al leer en Internet los ataques tan directos y críticas tan severas que recibe el anime por todo lo anterior.

Recuerdo recién me inicié en las artes del anime, por ahí de 1991 y con el primer “ponchipaquete” de películas PIDATA en VHS que me pasó Miguel Zúñiga aka “nightclawler” (si, sí se parecía) por un intercambio de mis VHS de “Los Thundercats”, ahí venían los siguientes animes (los ví en ese órden): Devil Hunter Yohoko, Proyect A-Ko, THE GUYVER. Fue con este último que el contraste de emociones me pegó fuerte, ya que Guyver era extremadamente violenta (a comparación de las otras dos) y eran los primeros desmembrados y despanzurrados que yo veía animados, obviamente me impresionó muchísimo (yo iba en secundaria).

Comprendan mi trauma: después de 5 años veo un anime QUE ME RECOMENDÓ UNA NIÑA, y hasta ahorita me doy cuenta de lo que debí concientizarla al estar expuesta a algo así de grueso, pero ya es demasiado tarde ahora como para lamentarse de algo que no hice… digo, no pasa nada (no pasó nada conmigo después de haber visto Guyver, solo quedé así de traumadito) pero de haber visto ELFEN LIED por esos años, verdaderamente hubiera tenido una plática larga y tendida con Dinorah. ¿¡Por que ella me recomendaría esto!?, obvio: a pesar de todo el fanservice, desnudos y violencia ELFEN LIED tiene algo por lo que vale la pena ser visto y hasta la hace una serie recomendable: tiene un mensaje, el cual no es tan evidente, tal vez ni fácil de entender, pero que el espectador “siente” al verla(en una adolescente, como Dinorah que en esos años debió haber tenido como 14 años, uno está mucho más receptivo a aceptar un mensaje así en ese medio animado).

Básicamente, la serie trata el tema del encuentro de dos razas: los humanos y los diclonius, estos últimos una mutación de la raza humana, caracterizada por tener dos cuernos y poseer de habilidades telequinéticas las cuales se manifiestan en forma de “brazos” a los cuales se les refieren en la serie como “vectores”. El encuentro es violento y cuestiona la manera en que la raza humana trata a seres diferentes y a lo desconocido, la segregación racial, los abusos humanos y los trastornos psicológicos dan una complejidad a los personajes y a sus relaciones, que hacen de ELFEN LIED una serie un tanto complicada.




En un principio, la serie justifica la violenta personalidad de Lucy (personaje principal) por ser inherente a la raza diclonius, sin embargo más tarde el espectador se da cuenta de los abusos y crueldad con la que los humanos la trataron desde recién nacida, y queda la opción de que realmente cada individuo es resultado de las experiencias y vivencias que lo forman mientras crece, en muchos aspectos, la asesina cruel, despiadada y sangrienta que es Lucy es un reflejo de la frialdad, crueldad y cinismo de nuestra misma raza humana.

En los primeros diez minutos de la serie, Lucy escapa de la facilidad de investigación donde la tenían cautiva, asesina cruelmente a más de veinte personas y antes de lograr escapar al mar tirándose de un acantilado, es alcanzada por la ráfaga de un potente rifle de francotirador, el cual le hace una herida tan grave que le provoca una pérdida de memoria. Es aquí donde la serie divide la complejidad del personaje de Lucy en dos: el cruel asesino que quiere exterminar con la raza humana y la tierna e inocente Nyu que ni siquiera puede hablar, el cambio entre estas dos personalidades es una extrapolación del famoso Dr. Jekyll y Mr. Hyde, pero más extremo diría yo (Nyu es el extremo de la inocencia, mientras Lucy es su contraparte violenta, despiadada y fria).

Todos estos elementos mezclados con el fenómeno Tenchi (Léase el fenómeno donde un macho beta, comienza la recolección de especímenes femeninos, para vivir todos bajo un solo techo, ósea TENSION SEXUAL garantizada) le dan un tono muy raro a la serie, por un lado tienes la esperanza de que las cosas salgan bien, te adentras en los personajes y uno cuestiona si con todo el tren hay cabida para dar espacio al romance… todo para encontrar en eso los japoneses saben gastárselas bien y bonito. SIEMPRE donde hay oscuridad hay luz, o más bien cuando más oscuro es más brilla la luz más tenue.

Kota y Yuka, encuentran a Lucy a la orilla del mar, obviamente Lucy al perder la memoria da paso al personaje “Nyu”, bautizado así ya que es lo único que sabe decir (bendito Chobits, ¡tu legado no morirá!), es cuando una serie de circunstancias llevan a Kota a comenzar a cubrir con el poderoso manto masculino a cuanta hembra cruza su camino, y comienza a resolverles la vida. Más tarde se unen al harem Mayu (una niña indigente) y a Nana (otra diclonius, mandada a despacharse a Lucy).

Más adentrada la serie, te cuentan que solo Lucy es capaz de reproducirse por los métodos convencionales (de mamífero, vamos… ustedes entienden) y sin embargo los diclonius pueden infectar a seres humanos (como si fuera un virus) y su descendencia será diclonius, introduciendo sus vectores en otros humanos. Es cuando esta historia comienza a parecerse a otra… ¿alguien adivina?

Hace años, fui fan de “Parasite Eve” y como Squaresoft llamó pomposamente: “El primer RPG cinemático”. Bueno, ahí léanse sobre parasite eve y como me pegó en este mismo blog. El tema central de Parasite Eve, es la revelación de la mitocondria a la célula, y como comienza la “independencia” de seres constituidos por pura mitocondria y no células convencionales, seres que comienzan con la exterminación de la “otra” facción, como suele suceder cuando dos razas desean ser dominantes. La “eva” mitocondrial es una teoría evolutiva que lleva a todos los humanos a un solo ancestro femenino, de nombre “Lucy” ya que fue el nombre que le pusieron los arqueólogos a los restos del esqueleto más antiguo encontrado del ancestro de nuestra raza, y resulta que es una mujer (¿coincidencia?)… los restos de “Lucy” están en el museo de antropología de la ciudad de México, y con ello prueba que decenas de visitas escolares al museo (porque no se les ocurría otro lugar que no fuera Chapultepec o sus alrededores) valieron la pena en algo.

Bueno, esta Lucy es sin duda una Eva Mitocondrial, y obviamente su capacidad reproductiva le da un lugar único y determinante para la subsistencia y el futuro de los de su especie, para los seres humanos es un espécimen digno de estudio y rata de laboratorio (y de hecho, muy culeramente , así es vista por los que la mantuvieron cautiva y por años torturaron y estudiaron), de hecho el interés humano radica en crear una cura para el “virus” que esparcen, y crear una raza superior y pura a partir de ella, por lo que en varias ocasiones varios quieren tener descendencia con ella (me pregunto que giro hubiera tenido la serie, si Lucy no estuviera “así” de potable y fuera un simio o un primitivo parecido a la “lucy” original). El pedo de la eugenesia es claro en la serie, cuando ves que el nombre del programa que estudia a Lucy es “Lebensborn” (nombre de la organización Nazi que durante la segunda guerra mundial buscaba la “purificación” de la raza) y es cuando realmente te das cuenta que el autor del manga, no es cualquier pendejo.

Kota simplemente se ve atraído a Lucy y otras hembras, porque… bueno, están bien buenas y él está en la edad… ya saben, y porque por alguna razón la historia se las va poniendo para se vayan a vivir con él bajo el mismo techo (fenómeno Tenchi, nuevamente). Debo reconocer que la formula es una bomba, el romance y las presiones sexuales no se hacen esperar, clásico de cualquier anime… pero el pedo psicológico y las memorias suprimidas de Kota a raíz de un mecanismo de defensa ante un evento traumático en su vida, le dan un giro inesperado a su relación con Nyu (ó Lucy, o whatever), no puedo evitar hacer referencias al deseo… la chica buena y sumisa, o la madame sodomisadora y controladora (aaaaaah, material puro para psicoanálisis) o que mejor: las dos en una.

Yuka está enamorada perdidamente de Kota, y le avienta el calzón bien cabrón. Obviamente Kota es un adolescente puber que entre que es medio pendejo, y entre que tiene problemas de ser tan introvertido, no da entrada ni a una ni a la otra (con cual me quedo… con cual…. Con cual…) al grado tal, que Yuka le llega a decir que quiere tener como mil de sus hijos, creo que esto no es Tenchi porque después de todo el personaje principal si responde ante tanta presión sexual (o una de dos: o a Tenchi le hacemos un templo por aguantar TANTO, o pásenme una pistola para acabar con su agonía y suplantar su identidad... yo le puedo poner el ejemplo de QUE HACER... ejem... ejem... perdón me volé un poco la barda).

Nyu es inocente a más no poder, y se le pasea desnuda a Kota todo el tiempo, se deja tocar porque para ella no tiene nada de malo, y hasta se deja cambiar la ropa sin oponer la más mínima resistencia (hay Kota... hay Kota), obviamente esto causa celos en Yuka, quien “quisiera” ser Nyu (¡en serio!) y ser tan "directa" y pura, al rato se une Mayu al harém (niña indigente de 13 años, que desea ser parte de una verdadera familia, y quien representa inocencia y bondad) quien también se da sus baños con las otras dos… ¡Ah sí! Y nana… bueno a estás alturas el pobre de Kota ha de sentir como le explotan los pantalones (no puedo evitar pensar en el video de Internet “Jizz in mi pants” en estos momentos).

¿les parece abrupto y absurdo el cambio de tono del review de este anime en mi blog? – Así de abrupto son los cambios de ánimo del anime, a veces serio, BRUTAL en otros, tierno a ratos, verdaderamente cachetadas guajoloteras a tu cerebro.

Por todo eso, y más…. ELFEN LIED me perturbó severamente el fin de semana. Reconozco que al igual que Saikano, he realizado este review SIN HABER terminado la serie, y puede que cambie algo de mi apreciación hacia el final de la serie, pero creo que los elementos que ya vi son TANTOS que no podía NO escribir en estos momentos todo lo que traigo en la cabeza.

¡Hay Dinorah!, solo espero que no te conviertas en Otaku con estos traumas de lo que viste a los 14, siento que Guyver estaba mucho más “Light”, pero en fin. Nada que una buena dosis de Shojo no cure.

Comentarios

Anónimo dijo…
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